Y, para terminar, un par de anomalías:
Por último, las anomalías:
Y luego están las típicas e inevitables anomalías:
Y el que esté libre de pecado, pues digo yo que mejor para él…
«Señordiós», dijola fèa rána compungida: «¿por qué me has dádœstos dos ójos saltones y esta enorme boca? Señor Dios, entrelos hómbres… [etc.]».